Actuaciones
pertinentes para implicar a la familia
de un alumno TDAH
La necesidad imperiosa a la hora de abordar las
relaciones entre el centro educativo y la familia del alumnado TDAH
pasa por mantener una continua comunicación sobre la situación que
en cada momento va experimentando el alumno, pero no sólo la
relativa a su funcionamiento en la institución de enseñanza, sino
también en lo que se refiere a sus hábitos en casa y con la gente
de su entorno. Sólo a partir de esa continua y recíproca
comunicación se puede conseguir un conocimiento puntual e integral
de todos aquellos aspectos a tener en cuenta para poder responder del
mejor modo posible a las necesidades educativas, familiares y
personales (emocionales y de integración social, fundamentalmente)
del alumno. Eso sí, esa comunicación continua tiene que partir de
la idea de ser claros entre ambas partes, no andar con mensajes
diferentes entre ellos y que pueden distorsionar y perjudicar al
afectado aún más que el no mantener ese fluido contacto (a veces
esto puede ocurrir por la relajación sufrida entre ambas partes con
el paso del tiempo, debido a los pequeños logros o fracasos que se
van produciendo en el alumno TDAH a corto plazo), pues sólo a partir
de la sinceridad y del verdadero trabajo grupal se conseguirá el
éxito del objetivo planificado desde el inicio.
También se debe considerar que esa comunicación
centro educativo-familia pueda extenderse, en ambos casos, a la
participación en foros y reuniones con otras familias con niños
TDAH, para conocer otras experiencias que puedan enriquecer y tener
en cuenta otros aspectos que puedan haber sido obviados inicialmente
o mejorar los ya planteados. Además, la idea de compartir
experiencias podrá funcionar como “válvula de escape” tanto
para la institución académica como para la propia familia del
afectado por TDAH, quienes encontrarán una “red social” en la
que ser oídos y comprendidos, lo que, a todas luces, resulta
motivador y promueve actitudes positivas para encarar con ciertas
expectativas de mejora todos los aspectos de muy diferente índole
que la relación con este tipo de casos suele conllevar.
No menos importante es conseguir que centro de
enseñanza y familia vayan a la par en el tratamiento del caso del
TDAH tanto en cuestiones de organización y normas a imponer, como en
el de recompensas y refuerzos a otorgar. En este sentido, no sólo es
fundamental llevar un control de las comunicaciones entre los
profesores (los directamente implicados en el “día a día” del
TDAH y que, por tanto, más le van conociendo) y los padres del TDAH
(la agenda del alumno, o un cuaderno específicamente destinado a ese
uso comunicativo, pueden ser las herramientas elegidas para
establecer ese contacto continuo), sino también reflexionar sobre
los aportes que ambas partes pueden hacer para mejorar la eficacia de
la actuaciones tomadas y las aún por tomar, a partir del amplio
conocimiento que sobre el alumno tienen cada uno en sus respectivos
entornos. Una medida que, inicialmente, puede parecer correcta, en un
caso específico o concreto puede resultar pésima, por no haber
tenido en cuenta dichas especificidades del TDAH en cuestión. Por
tanto, hablamos de una organización muy individualizada que sepa
centrarse en las atenciones directas que dicho alumno necesita y está
dispuesto a asumir.
Guión para la entrevista con padres de un
alumno TDAH
Se podrían tener en cuenta dos entrevistas, o
una con dos partes diferenciadas, todo según las posibilidades
horarias del centro de enseñanza y/o familia para realizar esas
reuniones de contacto.
Partiremos de hacer dos entrevistas, sobre todo
en los primeros día del curso académico, pues puede ser mas
fructífero o amplio el tipo de conocimientos y datos que se puedan
adquirir por ambas partes sobre la situación real del alumno TDAH.
En este sentido, quizás convenga que ambas entrevistas tengan una
distancia temporal de una semana, por ejemplo, para que en la segunda
se puedan encauzar datos que quedaron sin tratar o sin indagar
suficientemente en la primera.
En una primera
entrevista, y siempre entendiendo que
la institución académica toma la iniciativa para iniciar el
contacto con la familia, considero que los datos más relevantes
sobre los que basar dicha reunión comunicativa deberían centrarse
en conseguir recabar y tratar los siguientes datos relativos a la
vida personal del alumno TDAH:
- Situación de salud (desde posibles
antecedentes de enfermedades a actuales revisiones de tratamientos
médicos).
- Relaciones del alumno con su entorno familiar
y de amistades (tipo de conductas del alumno en su casa o en la calle
con la gente de su entorno).
- Resultados de otras entrevistas o evaluaciones
previas sobre el alumno en años anteriores, centradas en el plano
social y afectivo, pues el meramente académico y educativo se
dejaría, por su carácter más “frío”, para la segunda
entrevista (será muy significativa la situación emocional que vivía
en su entorno, por ejemplo, en su etapa de Educación Infantil y/o
Educación Primaria).
- Conseguir datos de primera mano que permitan
un contacto cada vez más directo con la familia (desde cuestionarios
que recojan datos personales, domiciliarios, económicos,
afectivos,...de cada uno de los miembros, para ver el estado de
relación específico del afectado por TDAH con las distintas
personas con las que debe relacionarse).
- Conseguir un ambiente relajado en esa relación
centro educativo-familia, de modo que estén dispuestos a autorizarse
mutuamente unos a otros las diferentes normas y tratamientos que
deberán ser colectivamente tomados para asegurar la eficacia de las
medidas planificadas.
En una segunda
entrevista, habría que centrarse más
en la recogida de datos tendentes a mejorar la evoluación académica
del alumno, tanto en el centro de enseñanza como en su propia casa.
Así, dicha información debería centrarse en aspectos como:
- Presentación de diferentes evaluaciones que
tanto el centro educativo como los padres posean sobre la situación
psicopedagógica y académica del afectado.
- Normas y consejos para ir realizando la labor
en cada uno de los emplazamientos donde el alumno se encuentre, es
decir, tanto las que deben seguir los profesores más directamente
implicados en la enseñanza docente del alumno en el aula, como las
que los padres y resto de familiares y amigos deben realizar en casa
o en la calle con él.
- Contactos con otro tipo de elementos
coadyuvantes para mejorar el tratamiento con el alumno, sobre todo
centrados en la participación que se puede conseguir tanto del
Departamento de Orientación de la institución educativa como de los
diferentes tratamientos médicos que fuera del centro reciba, tanto
en su propia casa (medicinas y/o tratamientos neurológicos
específicos) como en gabinetes especializados (logopedas, pediatras,
psicólogos, especialistas en pedagogía terapéutica, asociaciones
de familiares de personas con TDAH, instituciones públicas que
ayuden a su inserción laboral y social,...). La información que se
consiga en esos ámbitos puede resultar crucial para acertar desde el
principio con el modo de actuación colectivo a seguir por ambas
partes con respecto al alumno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario